Y ahora aquí el Maestro Petróleo se explaya en su concepto de lo que llama el Tango Perfecto.
TANGO PERFECTO
Para hacer un Tango-danza perfecto, un Tango ideal, que se acerque a la belleza donde todas sus formas sean equilibradas y trasmita el mensaje en toda su extensión, me pregunto cómo haría, ya que no hay ninguna coreografía definida que establezca normas al respecto.
Se tomaría la manera de danzar de los grandes bailarines de todos los tiempos, extrayendo de su baile lo mejor de cada uno, para aplicarlo como modelo, para el prototipo a crearse:
Del (Cachafaz) B. Bianquet: Su parada y su decir.
Del (Mocho) B. Undurz: Su elegancia y su ortodoxia.
Del (Gallego) J. Mendez: Su velocidad y su canyengue.
Del (Vazquito) Jorrare: Su caminar y su emoción.
Con todas estas virtudes se podría lograr hace alrededor de cien años en la danza de nuestro Tango, pero todavía no hemos logrado un bailarín que conjugue todas estas condiciones.
Sin embargo no pierdo la esperanza, espero que las generaciones futuras, cuando analicen todos los movimientos realizados hasta el presente, tomen y elijan los mejores, para gestar un Tango-danza superior al bailado hasta el presente.
Para tratar de poder transladar el mensaje con toda su plenitud, aparte de ejecutar las mejores figuras, caminar con garbo inigualado, transmitir las emociones que contiene el tema y darle el colorido interpretativo que vuelca y comunica el músico en el momento de ejecutarlo (porque hay que posesionarse de la fuerza interna que nos transmite el Tango en el preciso momento de ponernos a bailar).
Hay que concentrarse al infinito, abandonando todo lo exterior que puede perturbar la entrega, infiltrándose en el mismo fondo de la danza, para poder mostrar el secreto indescifrable que contiene.
En la traslación que nos lleva la música, y la posición real de todos los elementos psíquicos que Influyen en nuestra sensibilidad, para poder realizar ese conjunto de movimientos denominados coreografía, así le damos fuerza y expresión a esos sonidos que oímos en tiempo de Tango.
Así buscamos la danza perfecta, el colorido y los matices exactos al pintar la tela del ensueño, la manera sublime de expresarse.
Así llegamos al Tango justo, al Tango superior, al Tango cumbre, al que solamente podamos volcar la cuota de corazón necesaria, para hacerlo conmovedor y humano.
Si las filigranas, los arabescos. los cortes, le dan un tinte original, eso no es definitivo; solamente la transcripción exacta del motivo del tema, llevado por la mano, por el arte del bailarín, que lo troca en belleza o interpretación y comunica el mensaje en toda su extensión.
La más difícil danza del mundo no tiene patrón coreográfico, ahora hace una incursión a la alta academia, porque los bailarines de escuela ahora danzan Tango clásico (con música de Piazzolla) y le adosaron una coreografía de John Clifford, así tornamos todos los caminos, para poder llegar algún día a la ansiada meta.
El Cachafaz (Jose Ovidio Bianquet – Año 1910)
Discutido en el recuerdo por su coreografía creativa y pintoresca, su empilche «debute» de corte milonguero, su «trucha» picada de viruelas, sus «minas» con el decir de arrabal, es más o menos el retrato de este extraordinario bailarín de Tangos que compitió con los ases de la orilla, los inventores de la danza y con los que vinieron después; Elías Alippi, el flaco Alfredo, J. C. Herrera y otros que la memoria no recuerda.
En el año quince, se prende en una topada en el «Parisien» con el famoso «Lecherito Ain» el que después baila ante el Papa S.S. Pio X, y lo derrota, así era el Tango, había que mostrarlo y hacerlo competitivo.
En el veinte aparece otro monstruo del dos por cuatro, que abandona su Avellaneda, y se nos viene para el centro, pero es de otra línea de Tango, le decían el «Mocho», con el no llega a enfrentarse, pero sí con el «Gallego» Méndez, la pulseada es en «Lido» allá por el año treinta, pero esta vez le toca perder nada menos que con el rey del Canyengue; había que aceptarlo: los bailarines cumplen su ciclo, no se pueden perpetuar.
Unos años antes había derrotado al Pardo Santillán en la milonga habiéndose apropiado por gravitación propia de la corona de la Universidad del Tango.
¿Era su danza la mejor, me pregunto al recuerdo?, trayendo su coreografía a mi retina para mostrarlo: esa «Corrida medida» esa «Media Luna» exacta, ese repiquetear compadrón, ese deslizamiento con un pie arrastrando el otro y ese compás impecable, no era complicado en el decir pero si seguro en la transmisión.
Pero el Tango era así, no se había inventado el neo, ese con movimientos diferentes a los primitivos, ese que empezó alrededor del año cuarenta. Sin embargo él cargó con la responsabilidad de eternizarlo, de llevarlo a las tablas, de mostrarlo en el mundo, luchando a brazo partido con los enemigos encarnizados del Tango, que en aquellos años había muchos.
Era un bailarín autodidacta, era un creador intuitivo, se dedicó con todas sus fuerzas al mandato interior, nació, vivió y murió bailando.
Le debemos la leyenda y el sueño del firulete y la ilusión de algún día poder superarlo.
GLOSARIO:
Debute: excelente, muy bien. Trucha: cara. Mina: mujer. Milonga: baile, local donde se baila. Corrida: figura de Tango, se avanza con ambos pies en zigzag, alternando los ángulos, entrando y saliendo. Media luna: coreografía de Tango, que describe la forma de una media luna. Lido: confitería, balneario en el que se danzaba.
José Orradre («El Vasquito») – Año 1940
Qué bailarín con mayúscula en la expresión tanguera del año cuarenta, cuando danzaba con la infinita elegancia del decir y la plasticidad de sus movimientos exactos, lástima grande que no dejó nada filmado al respecto ! Porque no se puede transmitir en la suprema constelación del Tango la manera y la forma de comunicar las sensaciones secretas de la danza, sin sentir la emoción íntima que sobrecoge al espectador ante el mensaje perfecto.
Los ojos que la miraban dilataban sus pupilas, viendo sublimadas las formas exquisitas, sin perder detalle de su ajuste y equilibrio, en la armonía real de los movimientos.
La piel se erizaba al seguir el curso de su deslizamiento, que se trocaba, ora en sueños ora en mensajes, describiendo con exactitud matemática los arabescos que le dictaba su imaginación, al compás y ritmo perfectos de la música que danzaba, superando con el mensaje coreográfico la concepción del decir del Tango.
Qué bailarín que emocionaba por la manera de expresarse, porque era tan simple, tan sencilla, tan comunicativa, que las formas del decir eran perfectas. Por eso la sensación que recibía el espectador, era tan fuerte que no se podía sobrecoger, en la emoción del mensaje que veía y tenía que estallar en el aplauso, único premio que podía brindarle.
Al hacer viajar la imaginación por las estrellas, para ganar altura, para buscar formas superiores en la concepción de la danza y alejarse de la tierra, o sea de la realidad, después con las nuevas formas descubiertas y el sueño hecho vivienda, para mostrarla a los terráqueos, lo que es el decir de los astros y las formas de los movimientos celestes, transportados para materializarlos ante nuestros ojos.
Así era la danza que ejecutaba este gran bailarín, que se expresaba con mucha altura, usando movimientos simples y perfectos, comunicando todas las sanciones habidas, hasta llegar delicadamente a la emoción.
Su danza tenía una belleza serena y transmitía sublimidades exquisitas.
En vida se llamó José Orradre, se fue el 2-12-62 (Q.E.P.D.). Fue el bailarín que tuvo Juan D’Arienzo, aquella noche de diciembre, que llovía a cántaros, entró en coma y no salió. Carlos Estévez
Tango Bailado posición correcta:
brazo extendido; el izquierdo a la altura de los hombros, cuya mano cierra la de la mujer o compañera que llena su mano derecha a la altura del hombro, es la que cierra el hombro con su mano.
Cabeza mirando a la izquierda, su compañera a la derecha, con la vista en dirección a las dos manos juntas.Casi rozando las caras sin tocarse.
Hombros completamente horizontales en ambos bailarines.
Los pechos tocándose ligeramente.
La mano derecha del hombre, los dedos completamente cerrados, sobre la espalda de la mujer, y este brazo enroscado, por debajo del brazo izquierdo de la compañera, para ir al centro de la espalda de ella.
Mano izquierda de la compañera, apoyado sobre el hombro derecho del hombre. El enlace debe ser perfecto, no se deben separar en lo más mínimo, cuando danzan juntos deben mantener la misma distancia, la menor posible entre los dos cuerpos.
De ninguna manera debe soltarse la compañera de los brazos del bailarín, de lo contrario en vez de bailar Tango, se hará una fantasía, con el ritmo del Tango.
Marcar, hacer con esta postura los movimientos que le dicte la música, siempre al compás y el ritmo que determinen los interpretes, que son los que ejecutan el Tango ya sea en 2×4 o 4×8.
Al hacer la salida, tratar de hacer una figura y después caminar, nunca hacer figuras sobre figuras, sino alternarlas con el caminar.
Tener presente que siempre hay que cerrar después de caminar o frasear o hacer alguna figura. Que es cerrar?: es juntar el pie derecho con el izquierdo o viceversa, en todas las parte del Tango.
Se hace esto menos cuando viene la variación, en que el Tango cambia de ritmo, para eso hay que cambiar de movimientos.
Es de buen bailarín cerrar, es la terminación del movimiento.
Si se cierra el pie derecho con el izquierdo, casi siempre se sale con el izquierdo. Pero si se sale con el derecho, se origina un contraste, en la repetición, es cuando hay que dejar pasar un tiempo, para no obstruir la danza.
No baila mejor aquel que hace o que luce mayor cantidad de figuras o movimientos que otro que danza con un reducido número de ellas; baila mejor aquel que comunica el mensaje, que se desliza con corrección y elegancia, transmitiendo las emociones que contiene el tema.
Siempre, siempre baila bien aquel que comunica las sensaciones, que lleva el ritmo y el compás con exactitud y conjuga elegancia con figuras.
Otra de las características del buen bailarín de Tangos es caminarlos pecho a pecho, de frente, con pasos largos, rítmicamente acompasado y después «tranquearlo» que es: los primeros pasos completamente alargados, los pasos siguientes más cortos, siempre los pechos juntos y de frente. Carlos Alberto Estévez (PETROLEO)
Posturas
El Tango es una de las primeras danzas del mundo que se baila enlazada; la posición que tiene en su faz inicial es de cuerpos completamente pegados, brazo izquierdo del hombre arriba de la cabeza, llevando a igual posición, la derecha de su compañera.
Se mantiene mucho esta forma de tomar, hasta que los morenos la modifican, el brazo izquierdo y la mano, lo bajan pegado a su cadera, izquierda la de pareja igual.
El brazo derecho a un Costado de la espalda, que sirve para manejar o llevar.
Poco tiempo dura esta forma de tomar, hasta ir a esta otra que era: cuerpos echados para adelante, los pechos apoyándose mutuamente, formando un ángulo en la parte inferior de la pareja, lugar que tienen las piernas y los pies, para hacer arabescos y adornos, brazos dimensionados a la altura de los hombros.
Se uso esta forma hasta el año 1930, así hasta llegar a la última que es la que se utiliza ahora: cuerpos enlazados, rozandose ligeramente, brazo izquierdo del hombre, a la misma altura de su hombro, caras mirando hacia el mismo lado. Nunca se debe desprender o soltar de brazos a la compañera, para mantener la linea de origen, porque si se incurre en esta variación, se convierte en lo que llaman «FANTASIA»
La cabeza de la mujer tiene que mirar a la derecha y la del hombre a la izquierda, en dirección al puño que cierra las manos.
Nunca la mujer debe llevar su cabeza, a la posición de hombro derecho de su compañero, ni su brazo izquierdo, enroscar el cuello del hombre, debe posar en el hombro derecho del compañero.
Estas son hasta el presente las modificaciones que hubo en la postura el enlace y la toma.
Cuando las formas se generalizan usándolas todos, se hacen normas.
Mandos
Cuando la pareja se constituye, para mostrar el Tango danzado, tiene que tener una dirección constructiva, guiada por la personalidad de uno de sus integrantes, que determina las maneras del decir y las formas con que desarrolla su discurso tanguero
Primero: cuando el bailarín y la bailarina comparten por igual la coreografía tanguera, cuando los dos conjugan los mismos movimientos sin sobresalir ninguno, sin superarse uno al otro es cuando el dúo o dueto al unísono comunican la danza, a la vista del espectador, con la fuerza y justeza exacta, complementándose a la perfección, en busca del mensaje. Eso es lo correcto.
Segundo: cuando uno de los dos sobresale, imponiendo su danza a todo trance, dejando supeditado al solo hecho de estar a su lado a la compañera o compañero en la ejecución de los movimientos sin dejar un momento de lucimiento para ella o para él haciendo un monólogo en el discurso. Así la danza se obscurece y no deslumbra.
Tercero: cuando los dos que bailan se pelean, porque establecieron un duelo de supremacias coreográficas en una pugna por sobresalir ya que ambos contendientes dejan hacer al rival, que es la compañera o compañero, todas las figuras que se le antojen para después hacer las suyas a la manera de imposición, siempre los dos respetando el compás pero queriéndose imponer mutuamente.
Aquí el Tango gana originalidad y creación, no perfección y ajuste porque ambos arriesgaron movimientos nuevos para imponer sus formas o maneras de danzar pujando ambos por ser mejor.
En esta tercera posición se habla de bailarines que ya han caminado bastante por las sendas trilladas o rutinarias del Tango y cuando se encuentran, pujan por imponerse.
Por eso siempre en la conducción de la danza se impone el que tiene mayor personalidad.
Si bien el mando debe ser compartido, en las formas coreográficas la pareja perfecta es aquella que conjuga transmisión con movimientos en la armonía de los encuadres plásticos, aquellos que tocan de cerca lo lindo, hasta encontrar la ruta de la belleza.
Vale decir que haciendo una traslación del vocablo autarquía, que es la forma de gobierno, que el poder supremo reside en dos personas que ejercen simultáneamente el mando, así en la danza, el mando compartido sería lo ideal.
Las Exhibiciones
El hombre de Tango-Danza. cuando sabe un poquito más que el bailarín común, acaricia la idea o sueña con dar una exhibición, y para ello ensaya con su compañera la mayor cantidad posible de figuras o pasos de baile, para mostrarlo en un solo de danza, que se denomina exhibición.
El sueño se ha hecho carne: ha resultado ganador de un torneo o certamen entre aficionados, cosa que el cree un título habilitante o diploma de idoneidad para poder competir con cualquiera.
Si por ventura tiene una «barrita» de simpatizantes que lo siguen y lo acompañan a todos lados halagándolo, son los que le piden a viva voz que baile. «Sólo» «Sólo» es el grito con que acompañan el pedido.
A partir de aquí, él cree que la danza que baila tiene que mostrarla. Y para ello se ofrece gratis para actuar en algún salón de baile, club o peña, u otro menester, en los que se congregan los bailarines de Tango, público que le quiere mostrar su manifestación.
El sabe que bailando en estos lugares o en la milonga es vidriera o cartel, que vale para otros menesteres, si es que mañana llega a hacerse profesional.
Casi siempre estos bailarines usan una cantidad de figuras y formas exageradas, creen que cuantos mayores números hagan, son los mejores, sin preocuparse en lo más mínimo por llevar el compás y el ritmo, tener elegancia. tomar con soltura, decir con claridad y sencillez el lenguaje de la danza que es comunicar emociones y trasmitir sentimientos.
Sueñan con ser profesionales; si alguna vez lo alcanzan: pobre de nuestro Tango.
La Milonga
AFORISMO
El Tango capta la sensibilidad de mentes sencillas, entra por los oídos, por el cerebro, por el corazón y el espíritu. Cuando nos atrapa, así como una telaraña invisible, no logramos deshacernos jamás, Y morimos con él como una mosca prisionera en su red.
«Toto Cirilo»:
Es una palabra que los porteños usan para determinar un lugar donde se puede bailar con ciertas licencias coreográficas, con la asistencia de gente que en su mayoría gusta de la danza.
Pero no es solamente el escenario o vidriera donde se muestra entero el bailarín de Tangos para lucir sus arabescos complicados, sino también una escuela o universidad de coreografía.
Este reducto está compuesto de la gente más heterogénea y diferente, que tiene sus leyes propias dictadas por el devenir del tiempo y las costumbres que se hicieron normas.
Algunas de ellas son:
cómo respetar a los ausentes; si éstos son amigos, no bailar con la compañera o mujer de los que no están; es como una prueba de amistad.
No bailar deliberadamente frente a otro bailarín, luciendo figuras exageradas, con el objeto de mostrar habilidad y destreza con el motivo de herirlo en su amor propio, porque no hay mayor ofensa que bailar con corte y darle ‘‘chique» a otro bailarín.
No se baila con mujeres que tuvieron relaciones con asiduos a la milonga.
Hay que comportarse con equilibrio y ser sobrio en todas las actitudes.
No sacara bailar a mujeres comprometidas; no cabecear a las que están acompañadas.
No gritar al hablar, muchas veces milongueros usan un lenguaje obsceno creyendo que hablando así son mucho más hombres.
Vestir con sobriedad;
no «garronear», al contrario, darlo todo sin ser «gil», sin esperar nada, es decir, no esperar retribución.
Bailando, seguir la línea de danza, siguiendo el orden que marca el salón, que casi siempre es la izquierda del hombre;
no cruzarse, no empujar, no usar los codos, no llevarse por delante a ninguno, ni tropezar, cuidando todos los detalles por pequeños que sean.
No pelearse por una mujer por linda que sea o porque baile mucho, esto es de poca «clase» porque pareciera que fuese la única.
Para los milongueros, no hay mejor bailarín que ellos; subestiman a los demás haciendo públicos los defectos que tienen en su danza, solamente ellos tienen condiciones de superdotados, son ególatras.
El milonguero quiere ser el mejor bailarín, aunque no lo sea. Sin embargo, pone su empeño y su alma para alcanzar este objetivo. Siempre que puede, concurre a la milonga que es una enfermedad congénita en él; no puede sustraerse de asistir para poner en el tapete de sus hazañas el naipe ganador de su baile y sus conquistas.
Porque el bailarín de Tangos está atado a la milonga toda su vida, como si fuese el cordón umbilical de su propia existencia.
No puede desprenderse de esa inclinación mientras viva, ya sea por bailar, o para la conquista o si no para escuchar música. Lo real es que siempre está en ella, como un pensamiento fijo o un sueño permanente.
Es muy difícil que un bailarín que esté en el espectáculo, no haya pasado por la milonga, porque en este escenario puede aprender todos los cortes imaginables y la coreografía sentida de la danza.
Siempre la milonga le otorga el diploma de capacidad profesional y una formación superior en el difícil arte de bailar el Tango, que no se puede adquirir en ninguna parte.
En el misal de la milonga al Tango se le hace una liturgia digna de su categoría.
Comienza la ceremonia con serias caras, cuerpos entregados, prohibido conversar, cuatro piernas que conjugan movimientos dictados por el cerebro en busca de la belleza, tocando la nostalgia, el recuerdo, la tristeza y el olvido, hasta emborracharse de emociones
En un momento dado en el Tango todos los bailarines que se dedican a este menester, logran alcanzar la altura máxima o cumbre en la danza, y después como si esto estuviese signado por el destino o por equilibrio que regula las cúspides, ocupa otro su lugar, estableciendo una norma, de que es muy difícil mantenerse a través del tiempo en Primera plana.
Será porque la danza se envejece al ejercitarla permanentemente al mostrarla en los momentos en que se está en primera fila, se gasta al ser vista muchas veces, pierde su originalidad y sus movimientos se añejan por más ordenados y exactos que sean.
Pero a veces su línea tanguera sirve de escuela, porque todos los bailarines copian sus movimientos o tratan de imitar el estilo, las formas, la postura, y por lo tanto establece una corriente cogeográfica distinta y una nueva manera en el decir.
Al comenzar esta nota con un aforismo del Toto Cirilo, pensamiento donde el hombre se enreda con el Tango y muere con él; en la milonga ocurre una cosa parecida con él, todos los milongueros tienen que concurrir como un cementerio de elefantes, figuradamente, y morir en ella.
GLOSARIO MILONGUERIL
CHIQUE: actitud de provocación GARRONEAR: no pagar nunca MINA: mujer, modismo que se usa en la milonga GIL: tonto, zonzo, otario. CLASE: calidad, condición de distinguir.
«Los músicos del oído»
Los músicos que tocan y componen temas para el oído, no son músicos de Tango, serán superiores, pero es seguro que les falta sentimiento y ritmo, porque el Tango nace para ser bailado, cuando pierde esta condición, se aparta completamente de la finalidad real de su nacimiento.
Los que hacen «música de Buenos Aires», alejada, a mucha distancia de los pies, escriben y tocan para el oído; no pueden denominar Tango a eso que han escrito y ejecutado.
El Tango danza, esa conjunción de movimientos enlazados que ejecuta la pareja, sin separarse en lo más mínimo sus cuerpos y desarrollando efectos gratos, a la vista de quienes le observan gestando esa gran cantidad de posturas, originalidad que es patrimonio de todos los que sentimos y transmitimos rítmicamente nuestra danza.
Quienes no crean música para ser bailada,se alejan del motivo original de su creación y nacimiento.
Al respecto del alejamiento, en este momento pese a la promoción que el gobierno ceda al Tango, la juventud de nuestro país no tiene el incentivo de bailar eso que es su danza, porque parece que ha perdido el sentido de danzarlo.
Es a la inversa de aquellos tiempos idos cuando la juventud de ayer ponía la fuerza ejecutiva para mantenerlo en vigencia. por ser nuestra danza de patrimonio nacional, que nos Identifica ante el mundo.
Cuando los compositores escriban Tangos rítmicamente bailables (hay muchos nombres es Buenos Aires) que viven creando movimientos coreográficos. Son los que traducen la música, en paso danza; estos creadores actualizan permanentemente nuestra danza, para que tenga la frescura de la nueva y no envejezca nunca.
Ponen el calor de sus fuerzas al servicio del Tango danza, no solamente creando figuras o formas, sino también estableciendo las normas de comunicación que este requiere para darle el espaldarazo para el objeto de su creación, es decir para ser bailado.
En Busca Del Patrón
El Tango es una danza que no tiene patrón coreográfico, es decir una determinada cantidad de movimientos ordenados y fijos con que se bailan otras danzas o bailes.
Por eso noche a noche en la milonga; el bailarín de Tangos, tiene la preocupación de exponer su discurso tanguero con nuevas palabras, diciendo de otras maneras, cambiando las formas plásticas, hasta lograr que las miradas de los demás se pasen en él sostenidamente y lo sigan contemplando; esto es sólo cuando muestra movimientos nuevos, esos que son dictados por la inspiración, que se ajustan íntegramente a la notación, que transforman y convierten las notas de música en pasos o figuras, como si fuera un ilusionista que saca de su galera las formas originales que se encuadran dentro del ritmo, hasta desechar y marginar las que él usaba hasta este entonces.
Así el hombre que baila logra un sentido en su pasión que es la danza, cuando llega a provocar la expectativa en el momento que sale a bailar, logrando que su movimiento sea admirado, porque encuadra perfectamente en el fondo musical.
Siempre cuando conjuga una frase exacta o un fragmento en su locución tanguera tiene que acompañar el movimiento con otros que le hagan par, para respaldarlo, es como buscar el apoyo, donde levante el pilar de protección, buscando el proceso evolutivo de la creación.
El milonguero es el que aporta con sus formas, figuras justas, fraseos exactos del decir, en busca del patrón propio.
Es así como se logra en la danza las modificaciones que ella requiere, lentamente, despaciosamente con el aporte de todos, para incorporar los prismas nuevos e integrar todos los movimientos originales.
Cuando las notas de música llegan al oído del bailarín en tiempo de Tango, ahí en ese momento, se produce el primer encuentro auditivo, que lo comunica al cerebro, que da órdenes y genera y provoca la energía que determina el movimiento a seguir, impulsado por las extrañas fuerzas de la creación, que cada ser tiene de acuerdo a su personalidad.
Cuando se logra un movimiento MADRE, quiero decir Un Tronco Real, del cual se pueden generar o desprender otras formas porque contiene la raíz del cual derivan incontables gajos, pero siempre teniendo una estructura en base a esta expresión que le dio origen, es cuando se cambia, se transforma, se parece, se disfraza se asemeja, se combina, se modifica en las formas, pero no en su contenido real que es la base que determina sus nuevos encuadres.
Por eso lo defino como MADRE, porque es el movimiento generador del cual derivan innumerables formas en busca del patrón perfecto.
El milonguero aporta su permanente preocupación por mejorar la danza, que baila incorporando las formas nuevas que se imagina o que inventa, otras veces se equivoca, porque toma otro camino, que es la deformación del movimiento, o el enredo del mismo, porque al buscar la originalidad, pierde la elegancia y se desordena, entonces cae irremediablemente en el vocablo de «verdulero» por el que se define al que amontona figuras tras figuras, sin mantener orden ajuste, ni método, ni elegancia ni compás.
Una vez encontrada la forma, hay que munirla de sentimiento, para poder decir cómo asumir el dolor o encarar la alegría, a su vez hay que dotarla de un colorido comunicativo, suplantando a las palabras con ese lenguaje mudo que es la danza.
Así se va gestando nuestro baile ciudadano, en busca del patrón inexistente, gestando energía generadora del movimiento impulsada por el cerebro, que crea las formas y le da fuerza a la expresión.
De esta manera logramos mantener la danza actualizada, generando movimientos nuevos y originales para darle un colorido exacto a esta pintura que es el Tango.
Evolución Del Tango Danza1880 Primera Etapa:
Al nacer el Tango y bailarlo, su coreografía es primitiva: los cuerpos de la mujer y del hombre se enlazan hasta formar una sola pieza, juntos, apretados, caminan para atrás, y adelante, buscando el compás, de derecha y de izquierda y viceversa.
1889 Segunda Etapa:
Todavía se rendía culto a la sensualidad. Por eso la toma se ejercía siempre cuerpo a cuerpo. Sin buscar la danza, seguía siendo un pretexto, para aproximarse, para estar unidos.
El Tango está en gestación; se danzaba en los prostíbulos, Bailetínes de la Rivera, o en algunas casas de mala fama y en las romerías del barrio alto.
En este periodo se empieza a hallar en la ciudad; la Milonga, primero haciendo burla a los morenos o negros; casi siempre se hacía esto, en los velorios de los angelitos o carritos, que se festejaban dando una reunión bailable. Se mofaban de la gente de color imitando su enlace y su postura.
1900 Tercera Etapa: he aquí cuando entra a tallar el orillero, este personaje de los arrabales porteños que vivía casi permanentemente en los prostíbulos o se afincaba en las «casitas», que toma todos los elementos bailables creados hasta entonces, los corrige, los disfraza e inventa un sin fin de movimientos nuevos y originales, creando el Tango bailado en su forma real, es decir dándole forma de danza, desprendiendo el sexo de la función bailable.
1920 Cuarta Etapa: ya está armado el Tango; se toma con el brazo Izquierdo, arriba de la cabeza, hay movimientos a montones: corridas, medias lunas, quebradas, ochos, cortes y sentadas, ritmo dos por cuatro, tomados siempre bien juntos.
1925 Quinta Etapa:
Nueva postura en la toma, se juntan los pechos, del hombre y de la mujer, se separan las piernas, formando un ángulo de unos 35º, porque de esta manera. hay más espacio entre las piernas, para poder hacer y lucir mayor cantidad de arabescos y figuras.
1930 Sexta Etapa: los bailarines cambian la posición tanguera, se modifica el compás, se danza cuatro por ocho, pasos más largos, se incorpora el sobre paso de la mujer, hecho por delante, se camina, el brazo izquierdo del bailarín a la altura del hombro.
1940 He aquí cuando la danza llega a la cúpula de la perfección, se baila 4 x 8, eso en ritmo, posición correcta en la toma: brazo Izquierdo a la altura del hombro y el derecho de la bailarina en la misma forma, se camina fraseándolo, se Incorpora el giro de izquierda y derecha, el doble y el triple, los arrastres, las picadas, los voleos, los ganchos, los traspiés y todos los movimientos nuevos con los que se baila, hasta el presente, que entierra definitivamente al Tango anacrónico y legendario.
Erase una vez Tango (pero se le fue)
Aquel bailarín famoso en la milonga, aquel que dibujaba arabescos en cada encuentro con el cuadrado, aquel que diseñaba figuras impecables, aquel que cambió las estructuras coreográficas del Tango pretérito, aquel que cuando sufrió el bajón, siguió batallando para mantener lo actualizado en su faz coreográfica teniéndolo al día.
Montando una custodia permanente, con un estado de alerta y una vigília sin límites.
Ahora que empezó a subir hasta las cumbres, contempla su labor desde el X año; su línea todavía esta presente, un poco desfigurada por las deformaciones en los movimientos claves, pero igualmente se mantiene en la raíz de las figuras, donde se mantiene intacta, a través del tiempo y del uso.
Como se ha tomado la costumbre de hacerle homenajes, él no los rechaza, son muchos, incontables, en ellos siempre le piden que baile y lo hace, no con la brillantez de las décadas pasadas cuando deslumbraba, sino modestamente, con un decir sencillo y comunicativo.
Pero en la última demostración que le pidieron salió a la pista con una compañera improvisada, y al tomar la posición de baile se dio cuenta que su discurso se le había ido.
El Tango se le había evadido. Esto no le había ocurrido nunca.
No sabía qué decir; para salir del paso caminó con justeza y elegancia, cubriendo así la falta de contenido, ya que no le podía comunicar nada a su compañera y al público menos, ya que la transmisión que necesita el Tango es de ideas, no de formas.
Quiere decir que cuando se le escapa del alma el Tango no se puede bailar, no se puede improvisar una danza hueca, *con movimientos mudos»; tienen que tener la raíz de los sentimientos para alcanzar las facetas de la emoción y lograr así un discurso exacto, comunicativo y al mismo tiempo expresivo.
Trance terrible sufrió el bailarín cuando estaba en la palestra, ya que se encontró que no sabía que decir; si hubiese sido un profesional saldría del paso fácilmente ya que ellos montan su coreografía anticipadamente y la ordenan numerándola a diferencia del milonguero, que improvisa su.discurso inventando movimientos en cada encuentro que tiene con el Tango.
Sin el sentimiento ni la fuerza real, en la comunicación Tango-hombre, cuando se evade este sentido, el bailarín se siente perdido, enmudece, reduce su locución al latinismo (nihil) : nada.
Al hacerme esta confesión, el bailarín de marras me cuenta que siempre criticó a un colega suyo por este motivo, creyendo que no existía, pero ahora que lo sintió en carne propia recuerda una sentencia de Anatole France que reza así: «Toda acción vituperable pierde su carácter de tal cuando llega el momento de realizarla» que le cae de medida.
A propósito: se llega a la conclusión que las formas en la danza resultan gratas a los ojos pero no son fundamentales; lo que vale es el pensamiento, que da fuerza a las formas, haciendo perfecta la interpretación y librando así la comunicación que la idea requiere y que luego llega al público, cuando el bailarín se posesiona y la trasmite.
Ramón Rivera (Finito)
Les presentamos una reseña más del ayer y el hoy a través del Tango.
Aquel jovencito que llegó con su Tango añejo de villa Pueyrredón al barrio de Tango nuevo (Monte Castro), donde lo aprendió y lo elevó con su genio, hasta alcanzar cúspides inaccesibles, mezclando sabor con gusto, suavidad con dulzura- en su vuelo raudo de cóndor, en busca de horizontes, altos y estelares, en su ruta Tango-danza.Doble mérito, porque dejó pasar veinticinco años para mostrarse ya que crió sus dos hijas (ambas abogadas) y a un hijo comerciante, para después salir a la palestra.
La compañera, su señora esposa Maria Teresa lo acompañaba como una sombra, así podía decir su mensaje, que era un sueño, al decir parafraseando, refiriéndome a su Tango danza, ese monumento de ideas hecho movimientos.
Su baile era una conjunción de formas en busca de la belleza, hecha con un accionar de recursos naturales; ora se deslizaba sin tocar el suelo, otras veces lo acariciaba, hasta que irrumpía en el «giro» que lo describía dándole un sentido egocéntrico como si fuese el mago del equilibrio en persona.
En la emoción del Tango era el Tango viejo y el nuevo acrisolado, como fundido en uno solo; era como si el pasado y el presente formaran una asociación en el desfilar de siluetas idas, traídas a la vida del presente, para representar esa escena.
Entre los recursos coreográficos que lucía, entre ellos el «adagio», al que imponía la inercia con fuerza dramática, y cuando abordaba las pausas y los silencios, en el momento preciso para aumentar la tensión y la expectativa así al combinar estos elementos, en la asociación de recursos, hasta lograr que su danza deslumbrara.
Indistintamente, fue un grande sin proponérselo, porque dominaba los espacios sin desplantes aparatosos, entrando en la transmisión con la simplicidad de lo llano, hasta lograr la comunicación con estos elementos reales e impactantes.
Lo entendían todos, logrando de esta manera que su mensaje tuviera difusión y alcanzara facetas de formas exactas y expresivas, hasta llegar a la cumbre de la comunicación.
Así, prematuramente se nos fué, cuando esperábamos de él muchas y mejores formas del decir, ya que dió bastante en su momento.
Rarezas Del Tango
Origen:
los historiadores del Tango se encuentran en un dilema para determinar si el «Negro Chicova» como el primer Tango con la firma del maestro Palazuelos, o al «Dame la lata» el Tango prostibulario que lo firma Perez o «La yapa» el Tango amilongado con la firma del negro Casimiro Alcorta, total es igual: el Tango está inventado.
Qué mas da que sea el primero uno o el otro, no modifica en lo mas mínimo la invención.
Si no existiera habría que inventarlo, afirmaba aquel gran actor Florencio Parravicini.
Ud. pensó cuantos minutos tiene un Tango, verdad que no?
Pues el Tango tiene tres minutos sin llegar a cuatro minutos, ya que no tiene tiempo fijo; el prómedio es de doscientos diez segundos, más o menos.
Si se pone a danzar un Tango, con qué patrón o forma lo hace… lo inventa o lo fabrica, ya que el Tango no tiene una manera fija de ser danzado, o trata de imitar a algún buen bailarín, que vio bailar en alguna oportunidad.
En los espacios, en qué dirección lo baila, de izquierda a derecha o derecha a Izquierda o en el centro de la pista o salón: se danza con la norma de todos los salones o pistas.
Cómo bailará un Tango cantado o Instrumental? para danzarlo bien la voz del cantor no se tiene que oir. Lo danzará con la orquestación solamente.
En el Tango el que conduce es el hombre, lo danzará con el canto o la melodía, o con el compás o ritmo, lo danzará con la melodía o canto, y le adosará el compás o ritmo que le sugiere la música.
LOS PROTAGONISTAS
El músico: para desarrollar un tema musical.
El poeta: tiene que adosarle una letra, acorde a esa música, con argumento. El cantor o cancionista: interpretará la manera de decir, para darle vida a los personajes del Tango.
El bailarín y su partenaire: comunicará el Mensaje en todas sus formas, sin palabras, con su coreografía transmitiva.
He aquí a los protagonistas del Tango en todos sus aspectos, para Integrar en la creación: música, poesía, canto y danza, para determinar una ubicación en el mundo del arte.
AUTOR CARLOS A. ESTEVEZ (PETROLEO